lunes, mayo 28, 2012

Te Deum II

“La libertad de un pueblo es amenazada cuando no se aprecia la vida

Rafaela, 29 May. 12 (AICA)

Te Deum en la Catedral San Rafael presidido por monseñor Carlos María Franzini (foto: Rafaela al día)
Te Deum en la Catedral San Rafael presidido por monseñor Carlos María Franzini (foto: Rafaela al día)
El 25 de mayo, día en que se cumplió el 202º aniversario de la Revolución de Mayo, el obispo de Rafaela, monseñor Carlos María Franzini, presidió el solemne tedeum en la catedral San Rafael.

     “Damos gracias a Dios por el don de la libertad y queremos ser responsables de este don cuidándolo y desplegándolo en toda su potencialidad. Esto es, ser libres para vivir en plenitud. Ser libres para que todos en nuestra Patria puedan alcanzar una vida digna y plena”, señaló el prelado al comienzo de su homilía.

     El obispo manifestó que “si queremos honrar la vida y afianzar la libertad, hemos de cultivar una actitud compasiva ante el dolor ajeno y ante tantos signos de muerte presentes entre nosotros. Siguiendo el mandato evangélico hemos de ser `astutos como serpientes y sencillos como palomas´ para descubrir y desenmascarar tantas formas de muerte disfrazadas con eufemismos o palabras mendaces”.

     “La auténtica libertad de los pueblos –dijo- se mide por su capacidad de ofrecer a todos sus miembros una vida digna y plena. Una vida de la que nadie es excluido y en la que todos disfrutan de la básica dignidad de ser persona humana. Una vida en la que la muerte, con sus distintos rostros, va siendo progresivamente vencida”.


     Monseñor Franzini resaltó que la fe cristiana y también la sola razón humana “nos enseñan la igual dignidad de toda persona por el sólo hecho de existir, aún germinalmente. El ser apenas concebido y el enfermo terminal gozan de idéntica dignidad y comparten con todos nosotros el mismo derecho a una vida digna y plena, acorde a su propio desarrollo y situación vital”.

     El pastor de Rafaela advirtió que “la libertad de un pueblo está seriamente amenazada cuando el don de la vida ya no es apreciado en todo su arco, desde el primer instante de la concepción hasta su fin natural” y agregó que también atentan contra la libertad de un pueblo nuevas y sutiles formas de amenazas contra la vida que “se suelen disfrazar de las más variadas justificaciones: desde el progreso científico hasta el pragmatismo más vulgar; desde supuestos derechos individuales hasta intereses económicos y comerciales; desde pretendidas superaciones de tabúes ancestrales hasta neocolonialismos culturales”.

      El obispo instó al compromiso “en favor de la vida” y también a reconocer dónde está amenazada la vida. Llamó a “agradecer el servicio de tantos que cotidianamente y de manera escondida sirven a la vida, sobre todo entre los más pobres y que, de manera a veces heroica, luchan por ella, la cuidan y la promueven. Pero también queremos comprometernos, convirtiéndonos en servidores de la vida y desenmascarando tantos signos de muerte que se dan entre nosotros”.

     Como conclusión, monseñor Franzini destacó que “hace más de doscientos años los patriotas de Mayo iniciaron un movimiento que elegía vivir en libertad. También hoy elegimos la vida para vivir en libertad. Hoy lo hacemos de acuerdo a los nuevos desafíos”
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