martes, junio 28, 2011

Declaracion del Consorcio de Médicos Católicos

Logo de Consorcio de Médicos Católicos     Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires expresó su preocupación por “los contenidos tendenciosos a la par que inexactos” vertidos en los seis millones de ejemplares de la revista “Educación Integral. Para charlar en familia”, que el Ministerio de Educación de la Nación está repartiendo, para ser estudiada obligatoriamente, en todas las escuelas y colegios primarios y secundarios, públicos o privados de la Argentina.     
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   “En lo moral hay gravísimos errores. Por de pronto, excluye en la enseñanza de estos temas tan íntimos toda cita de valores. Dios está ausente y una educación sin valores, no es educación”, subrayó en una declaración firmada por los doctores Alejandro Nolazco, presidente; Fabián Romano, secretario; y Carlos Abel Ray, integrante del Comité de Honor de esa organización.

     Por el sinnúmero de comentarios “erróneos, sofismas y falacias” que contiene esta revista de Educación Sexual Integral, los médicos católicos pidieron a su colegas que “analicen detenidamente su contenido, para poder aconsejar con la verdad a los padres y maestros de todo el país”.

     “A las autoridades tanto civiles como religiosas que acudan a la objeción de conciencia con el fin de no convertirse en cómplices de la degradación moral de los niños que están bajo su supervisión, colaboren con los padres y no sean agentes de disolución de las familias y de sus valores positivos”, sugirieron.


Texto completo de la declaración    

    El Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires declara que se encuentra profundamente preocupado por los contenidos tendenciosos a la par que inexactos vertidos en los seis millones de ejemplares de la revista “Educación Integral. Para charlar en familia”, que el Ministerio de Educación de la Nación está repartiendo, para ser estudiada obligatoriamente, en todas las escuelas y colegios primarios y secundarios, públicos o privados de la Argentina.

     La revista si bien tiene algunos contenidos acertados, otros son absolutamente disolventes para la salud física y moral de los educandos. No exageramos al decir que es disolvente porque da consejos que son destructivos de los valores más profundos.

     Cuatro ejemplos de errores médicos:

     Dice que “el preservativo previene las enfermedades de transmisión sexual” lo que no siempre es cierto, sobre todo en los jóvenes.

     Que la anticoncepción hormonal de emergencia (AHE) “no afecta en nada al embrión”, lo que es justamente lo opuesto a lo que sucede, pues los médicos sabemos que muchas veces al impedir su anidación en el útero las píldoras son directamente abortivas y provocan su muerte y expulsión con la menstruación.

     Que “la masturbación cumple una función importante en el desarrollo sexual”, lo que es falso, ya que no es ni necesaria ni saludable para un buen desarrollo.

     Que el HIV en la transmisión sexual “únicamente contagia si se mantienen relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin preservativo”. Los médicos enseñamos que el preservativo bien usado disminuye, pero no excluye la posibilidad de contagio.

     En lo moral hay gravísimos errores. Por de pronto, excluye en la enseñanza de estos temas tan íntimos toda cita de valores. Dios está ausente y una educación sin valores, no es educación.

     El contenido de la revista tiene dos características antropológicas que deben ser puestas bien de manifiesto. Es relativista porque presenta los hechos sin tener en cuenta los valores que expresan la verdad. Los niños y los jóvenes pueden elegir lo que más les guste, porque no es necesario considerar las verdades objetivas. La revista dice que tienen “derecho a elegir cuándo iniciar las relaciones sexuales" explicando con detallados dibujos la manera de usar el preservativo, dando a entender que es de uso normal, casi obligatorio.

     Es difusora del concepto de “género”. Esta palabra se aplica para explicar que lo importante no son los dos sexos normales: varón o mujer, sino lo que el niño, joven o adulto prefiere y elije. Para el “género” son normales las relaciones hetero u homosexuales.

     Son normales las familias con “dos papás o dos mamás”. Se expresa que “hay distintas formas de vivir la sexualidad”: “gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, heterosexuales”.

     Como médicos católicos declaramos que se debe tratar a estas personas de manera integral sin discriminarlas y demostrándoles el amor que debe primar en todos los actos profesionales. Pero una cosa es atender sus necesidades y otra, hacer propaganda y publicitar esa forma de vida como algo normal que debe enseñarse a niños y jóvenes.

     Por el sinnúmero de comentarios erróneos, sofismas y falacias que contiene esta revista de “Educación Sexual Integral”, pedimos a nuestros colegas médicos que analicen detenidamente su contenido, para poder aconsejar con la Verdad a los padres y maestros de todo el país.

     A las autoridades tanto civiles como religiosas que acudan a la objeción de conciencia con el fin de no convertirse en cómplices de la degradación moral de los niños que están bajo su supervisión, colaboren con los padres y no sean agentes de disolución de las familias y de sus valores positivos. "Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos".+

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