martes, abril 19, 2011

Declaración de Mendoza

Entre los días 1° y 3 de abril de 2011 se celebró en la ciudad de Mendoza el Primer Congreso Nacional de la Red Federal de Familias.

En los salones del Hotel Ejército de los Andes, representantes de movimientos, grupos, y asociaciones de todas las provincias del país que promueven y defienden la familia y la vida, se reunieron con el objeto de presentar públicamente la RED FEDERAL DE FAMILIAS.

Durante el desarrollo del Congreso se escucharon interesantes conferencias y conmovedores testimonios de vida y acción; y se realizaron fructíferos trabajos en comisión referidos a aquellos objetivos convocantes.

La Red es un testimonio de unidad en la acción, según la siguiente regla que se asume como propia: “En lo esencial, unidad; en lo opinable libertad; y en todo, caridad”.

La Red, respetando las actividades propias de cada uno de sus integrantes, las complementa y repotencia.


Por ello, y al finalizar el Congreso, formulamos la siguiente declaración:

1°) La vida humana es sagrada y, por lo tanto, inviolable, e intangible. Toda persona, desde la concepción y hasta su muerte natural, por su dignidad, es sujeto de derecho y merece el pleno respeto a su integridad física, psicológica, social y espiritual. Bajo ningún pretexto se podrá someter la vida humana a manipulación, experimentación, comercialización, violencia o destrucción.

2°) La familia es una institución natural, anterior al Estado, núcleo central de la sociedad civil, comunidad natural de vida fundada en el matrimonio natural constituido por un varón y una mujer, que debe ser respetada y protegida por el Estado. El matrimonio y la familia no son fruto de la casualidad ni de fuerzas inconscientes sino el resultado de una sabia y amorosa institución del Creador, que debemos custodiar y festejar.

3°) La familia es el ámbito natural de la generación de la vida humana. Cada hijo representa una riqueza para la familia y para la sociedad; sin embargo, sea cual fuere el ámbito de su generación, cada niño no nacido posee una dignidad única e irrepetible, que debe ser respetada, por lo que es injustamente discriminatorio calificarlo de “deseado” o “no-deseado”.

4°) Los padres tienen obligaciones, responsabilidades y derechos respecto de sus hijos, principalmente en su educación, sin que puedan admitirse injerencias arbitrarias que afecten las convicciones éticas y religiosas de cada familia.

5°) La familia, independientemente de su realidad socioeconómica, deberá contar con asistencia médica durante todas las etapas de la vida. No sólo las escuelas, sino también quienes ejecuten las políticas de salud pública, deberán actuar bajo el consentimiento explícito y el control de los padres para tratar temas de salud y sexualidad con los menores. La llamada “confidencialidad” aplicada a los menores es un gravísimo e irresponsable abuso de las autoridades.

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